La Drolesse [1979]

dvdrip | mkv | res 658 x 574 | 25 fps | ac3 | french audio | spanish subtitles (srt)

http://www.imdb.com/title/tt0079086/



Review (spanish):

"La Drôlesse", quinta película del director francés Jacques Doillon ("Ponette"), es un drama minimalista que involucra a dos jóvenes en un secuestro que parece inofensivo, pero que, desde un punto de vista adulto, aparece profundamente inquietante. Doillon es uno de esos raros cineastas que tiene una extraña afinidad con los jóvenes marginados y perturbados, y también la capacidad de llevarnos a su mundo y hacernos ver las cosas desde su perspectiva, sin tener que recurrir a un sentimentalismo endulzado u otros trucos baratos. "La Drôlesse" es una de las películas más simples de Doillon y sin embargo, deja un profundo impacto, haciéndonos conscientes de la brecha profunda que existe entre la mente de un adulto, que ve el mal en todo, y la de un niño, para quien todo es un juego no contaminado por el cinismo y el perjuicio moral. Doillon es conocido por conseguir excelentes actuaciones de sus jóvenes actores, y en "La Drôlesse" está particularmente bien servido por Madeleine Desdevises, una encantadora niña de once años que colma la película de carisma y una sorprendente naturalidad. De no haber muerto casi tres años después, a sus quince, de leucemia, Desdevises hubiera disfrutado de una exitosa carrera en la actuación. La trama de "La Drôlesse" se puede resumir en una frase, que tiene que ver con el desarrollo de la relación entre dos personas marginadas y solitarias, un retrasado de veinte años de edad, François, y una niña de once años, Mado, que él secuestra y lleva al ático de su casa de campo, donde vive con sus indiferentes y conservadores padres. Desde el principio, Doillon nos obliga a simpatizar con estos dos individuos infelices que parecen igualmente faltos de afecto y sin embargo son tan manifiestamente capaces de darlo. Lejos de ser una relación "secuestrador-prisionero", lo que se desarrolla entre François y Mado es la casta imitación infantil de un matrimonio, y es más que evidente que la chica más joven, la más inteligente de los dos, es la que está al mando de la situación. Es quizás ese amor puro, desinteresado y necesario, lo que los adultos nunca entenderán y terminarán castigando, confirmando una vez más que nuestra sociedad no está fundada en sus valores más profundos, sino en una ética superficial y corrupta, que premia lo tradicionalista y legalmente sagrado, y castiga lo distinto y genuinamente humano.

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